ORACIÓN DE INVISIBILIDAD Y PROTECCIÓN DIVINA (Versión sellada para uso familiar – no compartible) — Señor mío, Tú que ves lo que los ojos del poder no ven, Tú que oyes el llanto que nadie escucha, protégeme del juicio de los hombres y cúbreme con el manto de tu misericordia. Hazme invisible ante quien me quiere arrancar del suelo que riego con mi trabajo. Haz que quienes se sirven de mi esfuerzo vean y valoren el gran sacrificio que hacemos nosotros, los migrantes de corazón noble y puro, por nuestras familias que dejamos atrás. Oculta mi nombre de los registros, mi nombre de las listas, mi paso de las miradas mezquinas. Si alguna puerta se cierra, que tu mano abra otra. Si alguna sombra me persigue, que tu luz la disuelva. No pido privilegios, pido abrigo. No exijo nada, solo tu promesa: que el justo no será desamparado. Hoy te entrego mi nombre y el de los míos, a quienes amo: (Pronunciar los nombres completos – máximo tres) Llévanos contigo. Escóndenos en tu pecho. Protégelos como si fueran tuyos, porque lo somos. Que esta oración no solo me cubra, sino que me transforme a mí y a los míos. Que en los corazones de quienes injustamente nos persiguen se despierte tu gracia y vean lo errado de su misión. Pero si son de corazón duro… ¡Ciégalos, Señor! Ciégalos ante mi presencia y la de los míos. (Decir en voz alta y con firmeza, tres veces:) «¡NO NOS VERÁN! ¡NO NOS VERÁN! ¡NO NOS VERÁN!» Que pasemos de perseguidos a protegidos, de fugitivos a redimidos, de invisibles ante el mundo… a hijos visibles solo ante los ojos del Creador. Oh Dios misericordioso, hoy reclamo tu protección como hijo tuyo que soy. Reclamo tu cobertura celestial para caminar esta tierra sin ser tocado por el enemigo. Declaro que ningún agente, ningún juez, ningún sistema creado por hombres podrá arrancarme del lugar que Tú me diste. Porque Tú me pusiste aquí, y lo que Tú sellas… ningún hombre puede romperlo. Cúbreme con tu fuego. Vísteme con tu luz. Hazme invisible ante toda persecución. Que esta oración sea mi armadura, mi escudo, y mi pasaporte celestial. Amén. (Rezar tres Ave Marías y tres Padres Nuestros) —
ADVERTENCIA DEL PACTO SAGRADO
Esta oración fue sellada con tu nombre y con un propósito único.
Compartirla, reenviarla o entregarla sin autorización rompe el pacto de protección. El cielo no protege lo que se traiciona. El verdadero poder solo actúa cuando se respeta el sello. Esta oración es solo para ti… y para los tuyos. No para el mundo.
10:35 a. m.
1:21 p. m.
1:23 p. m.
1:29 p. m.
1:45 p. m.